Disertó como invitada Yemina Baños, docente de Artes Visuales en Primaria y Secundaria, formada en Educación Emocional y Neurociencia.
La Colonia Jaime organizó el taller denominado “Mi infancia, tu infancia”, tendiente a mejorar la calidad de la educación que se imparte a los niños y niñas en este hogar tan particular de Santiago del Estero, con el estudio de nuevas y mejores herramientas para hacerlo además de manera respetuosa con la infancia.
En la primera parte, se compartió y recordó con la comunidad esa etapa formativa de la vida y el rol de sus padres y madres en esta tarea “realizada de la mejor manera posible y pensando en el bienestar” de cada niño, niña, “con las herramientas de su época”.
Al respecto, Marcela Lazo, presidenta del Consejo de la Asociación Civil Colonia Jaime, contextualizó: “Durante el verano trabajaron con los niños aprovechando las vacaciones en juegos, bailes, dibujos, meditación, plantaron semillas de lechuga, germinaron semillas en frascos para que vayan conociendo distintas cosas de la vida y de la comunidad de un modo dinámico. Romina Suárez, Luz Sheila Cameranesi, Constanza Schonfeld, coordinaron las actividades. Y, aprovechando la visita de Yemina Baños de Mendoza que es docente, decidieron hacer estos talleres”.
Según Sheila: “Fueron dos clases: en una hablamos de nuestra infancia y pasado y en la otra de cómo nos criaron, las formas de criar a nuestros niños hoy en día, para que se desarrollen de una mejor manera. En la primera parte, trajimos a nuestro niño interior, a veces olvidado, a este presente, para reconocerlo, aceptarlo, abrazarlo y festejar así este adulto que hoy soy, sanando, limpiando y conectándonos con esa parte que vive en nosotros”.
Analizaron cómo esa crianza “repercute hoy en la vida adulta, a través de ansiedades, inseguridades, miedos, angustia, lo que quizás provenga del uso de ciertas formas y en distintas medidas de violencia”. Una vez hecha esta identificación, sobreviene la pregunta “¿cómo queremos educar a nuestros hijos”, de manera de ser capaces en la actualidad de poder criarlos “en un ambiente de respeto, amor, armonía, solidaridad, entre otros valores y formas que llevan a darle seguridad a los pequeños” para su adecuado desarrollo vital.